Esa mujer
que noche a noche me
arrulló en sus brazos,
que es dulzura, belleza
y amor,
que es poesía, paz y
canción,
que es gracia y me tomó
en sus manos.
A esa
mujer
le dedico mi recuerdos
eterno amor y alarde,
le regalo una rosa sin
razón
que entre pétalos lleva
mi corazón,
le llamo con amor mi
querida madre.
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