Un día,
una dueña de casa buscaba leña para su cocina, estaba cerca del río,
cortando una rama de un árbol caído, cuando se le escapo el hacha de las
manos y fue a parar al fondo del río.
La mujer suplicó a Dios y Él apareció.
Le preguntó: Por qué estas llorando mujer??
La mujer respondió que su hacha se había caído al río.
Dios entro al río, saco un hacha de oro y le pregunto a
la mujer: Es esta tu hacha??
La noble mujer respondió: NO, Dios no es ésa. Dios entro
nuevamente y saco del río un hacha de plata y volvió a preguntar: Esta
es tu hacha mujer?? No respondió la mujer…...
Dios volvió nuevamente al río y saco un hacha de fierro
y madera y de nuevo preguntó: Es está tu hacha??
Sí respondió ella, ésa es...
Dios
estaba tan contento con la sinceridad de la mujer que la mando de vuelta
a su casa, regalándole las otras dos hachas, la de oro y la de plata……….
Otro día, la mujer y su amado esposo estaban paseando por
los campos, cuando él tropezó y cayó al río. La infeliz mujer, que no
sabía nadar, se puso a suplicar a Dios,
Él apareció y le preguntó: Mujer, otra vez tú, ¿por qué
estas llorando??
La mujer respondió que su esposo había caído al río y se
había ahogado.
Inmediatamente, Dios se tiro de cabeza al río, saco de
las mechas a Brad Pitt y le preguntó a la mujer: Es este tú esposo??
Sí, si, si asintió la Mujer.
Entonces Dios se enfureció: Eres una mujer mentirosa,
exclamó!!!
Pero rápidamente la mujer le explicó:
Dios, usted perdone, pero fue un malentendido.
Si yo hubiese dicho que “no”, entonces UD. me habría
traído a Mel Gibson del río y si le hubiera vuelto a decir que tampoco
era él, UD. me habría traído a mi marido, y cuando dijera que sí, Ud. me
mandaría para mí casa con los tres hombres.
Más Yo soy una humilde mujer y no podría cometer TRIGAMIA….
Por eso es que le dije sí al primero de ellos….
Dios halló justo el comentario de la mujer y la perdonó.
MORALEJA…
“Las
mujeres mienten tan bien que hasta Dios las cree”.
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